Allá por el año 2010, el altillo de un céntrico bar barcelonés se convierte en el punto de partida a multitud de ideas entre cervezas y patatas de bolsa. Es así, como una de aquellas ideas concluyó en un: ¡venga va! Y decidimos formar Elaltillo Design Studio.

Inquietos por defecto, con poco dinero en la cartera y muchos sueños en los bolsillos, iniciamos este proyecto con la intención de hacer aquello que más nos gusta, que no es diseñar, aunque también nos guste un poco… si no que es poder compartirlo.

Desde entonces, muchas mesas de bar convertidas en improvisadas reuniones y muchas habitaciones de invitados en improvisados estudios, nos han acompañado durante este tiempo a fin de ver crecer este proyecto poco a poco. Hoy, con las mismas ganas del primer día en aquel altillo convertido en un símbolo de nuestra filosofía, podemos afirmar que: si en algo tenemos experiencia, es en aportar muchas ideas donde no pudimos aportar mucho dinero. 

Es esta idea la que nos hace pensar que nada es imposible, la que nos motiva día a día y la que nos permite seguir creciendo. Y que mejor manera de hacerlo, que disfrutar y divertirse con lo que haces para que cada pequeño detalle nos arranque una pequeña sonrisa. 

Esperamos seguir teniendo esa risa floja al brindar cuando finalizas un proyecto, fruto de la satisfacción de aquel que un día tocó a nuestra puerta para confiar en nosotros y no le defraudamos.